Friday, May 12, 2006

cienysien ... poesia

cienysien ... Poesia

ecce homo
(treinta y tres de mano y truco)

Callejuelas, tunas y espinasy un puzzle dificil de armar

por la ruta de la
encinacomo corriendo sin parar.

Dando vueltas y piruetas sin saber como
contar

al
final de ese camino todo empezaba a girar

y a
girar.......................y a
girar..

Suelen cardos ser hormigasy aluviones
en el alero mordaz

cantan fuerte las
bocinasmarchamos al lodazal

Las ruletas
malamente aparecíany el treinta y tres
pleno salió

Para colmo, bajo el olmo
no dormía

Una paloma en su hombro posó

Ese
trecho que es estrecho raía

sin
principio y sin fin lo chupó

Solo aquel macho de
espada puso fin a su
infinito temblor





el turco ismael
Ni bien terminó el secundario; el turco ya sabía lo que quería hacer. Quería poner una fábrica de lavandina y detergente. Y ganar mucha plata.Le gustaba la química y había aprendido del negocio de su padre el arte de vender. Tenía fe en el futuro.Al poco tiempo de empezar, ya tenía su empresa caminando. Tenía dos empleados y el negocio daba para más. El tiempo también hizo que formara su familia.Se casó con Nora, una ex-compañera con la que tuvo tres hijos: Karim, Leila y Fátima. En los comienzos había mucha paz y armonía. Había calidez en el hogar.La ambición de Ismael era desmedida. Quería más y más dinero. Era tal su ansiedad que fue alejandose mentalmente de su entorno familiar. Poco a poco empezó a descuidar su relación de su mujer y sus hijos.Pensaba y pensaba en cómo ganar más dinero y vivía obsesionado catorce horas diarias en su fábrica. Un depósito de 10 x 10 donde elaboraba y envasaba sus productos. Adentro era irrespirable. El también era irrespirable; por donde se lo mirase.Ismael tenía un vecino al frente que le causaba bastante gracia. Era Rigoberto. Un joven de su misma edad, quien estaba todo el día en la casa, con su madre. Casi no salía y cuando lo hacía, era para ir a comprar novelas de amor. Las historias y el tema del amor lo apasionaban. Era un sufrido intelectual del amor. Jamás había tocado una mujer. Ismael se le reía en la cara y detrás, sus niños, no entendían nada. El tampoco explicaba nada. Casi no tenía relación con propios ni extraños. ¡Igual que Rigoberto!Es notable como personalidades tan distintas pueden tener cosas en común; arriesgó Graciela desde la verdulería.El único entretenimiento de nuestro empresario, eran los asados del sábado en el club de bochas. Aunque no jugaba, le gustaba ver.Y en el fogón se lucía con su guitarra cantando los temas del Chango Nieto. Con su misma voz y los ojos cerraditos. Parece que ese momento era el único en el que algo sentía. Por ráfajas y muy rara vez, se le escapaba un lagrimón.La gordita, Nora, le fue perdiendo afecto; al igual que sus hijos. Un día ella desapareció.Mientras tanto a Ismael, que ni se turbó por lo de Nora; comenzó a tener problemas con su proyecto: bajas ventas, cuentas incobrables, y aunque la peleaba, ya no tenía las mismas ganas de antes. Había pasado el tiempo y el tiempo aveces ablanda el espíritu.Siniestro un día de verano, incendiose el galpón con lo cual, Pepe, su empleado más fiel, tuvo quemaduras gravísimas. Una seguidilla de males posteriores le hicieron cerrar el boliche.Al poco tiempo, sin saber que hacer; encontrando callejones sin salida, entró en depresión. Murió de pulmonía en invierno.Sus hijos se pelearon a muerte por los dos mil dolares que dejó. Karim se guardó casi todo. De su mujer nunca se supo más nada.Rigoberto cree que Ismael la faenó y la vendió como chorizos.Treinta y dos grados a la noche y los mosquitos no dejan dormir. Rigoberto limpia sus gafas y escribe sobre Ismael. Su Karma, su mejor obra, su venganza...


altiplano
Invade el frío, casitas de barrosombreros de lana y llamas que van de a
mil.Caras rajadas; la planicie larga, largael insulto del viento, canallada
del
diablo.Bordear el lago, que parece marAl tiempo un pueblo y nos vamos
p'atrás.En
el andén las quenas y el tren que va, que va;tus ojos razgados
que negros
miran.América linda, fecunda a morir!Fucsia oscurece, de noche
chichay el frío
se fue...



no te siento
Yo te fui cuando llegaste.Vos te hiciste cuando fuiVos dijiste que no
hacías,solo hiciste lo que dí.No tuviste miedo a la esperanzala nostalgia
del
vivir por revivirSolo fuimos ecos de nosotroscuando no supimos que
decir.Se nos
iban las ideas a otra parteno las pude ver en mi existirYa no
estaban; no
veníanVivíamospor las ganas de vivir.Quiero irme a otra parteQue
la parte que se
parte, es a miNo hay tiempo, solo es eso; hay que
animarse,de morirse hay que
morirse por mentirSi tuviera un poco de tu
parte,por tu parte solo iría al
confínNo tuvieron fuerzas tus palabrassolo
ciegas, torpes y añadí:Cuando alguien
quiere de verases inútil que lo vayas
a encubrir



mil idiotas
Aquel límite de la conciencia humana;aquel instante en donde ya no hay entendimiento,ni verdad.Y solo contemplar desde allí,la cantidad de sandeces que dijeron mil idiotas,en todo tiempo y lugar...



superhéroes

Después del Cid... Don QuijoteDespués del Superhombre...SupermanDespués de
Superman...SuperhijitusDespués de Superhijitus... ¡El Chapulín
Colorado!!!Después del Chapulín...el cartonero BaezDespués del cartonero
Baez...
Samantha FarhatDespués de Samantha Farhat... El
ChupacabrasDespués
del
Chupacabras...¿Bin Laden?Después de ¿Bin
Laden?... ¿¿¿¿ Ratas???

Crimen Perfecto

Estremecidas figuras miran y oran en busqueda de plenitud e ilusión

viven estereotipadas en ropas seriadas made in hong kong

Abarrotan negocios que disfrazan pocas monedas en gran valor

Felices y contentos se pasean y ostentan sus trapos para otros de los mismos

perdiendo así el juicio más valioso en el capricho de quien manda

RosaLaura le dió un beso al despedirse

Omar Laguna se quedó pensando en el crimen perfecto sobre ella.Mejor planeado cual asesino a sueldo.

El, testigo de jehova; no quería testigos del siniestro.

Cuatro puñaladas al corazón y un escopetazo en la cara

la deshacerían y la secarían de todos sus liquidos.

Nadie quizo que esto pasara así. Solo fue unadecisión bien planeada de un shock emocional.

Los jueces jamás lo entenderán

Sórdidos esperpentos bucólicos del campo florido

tienden trampas en jaulas sobre el cesped quemado

del rocío taciturno de un día de agosto

Limpian las manos en el barro acrisolado y

como en un día cualquiera se vuelven al trabajo con

basto ardor

No hay ciegos que miren uvas que paseen por el campo

Ni viñedos que se ofrezcan voluntariamente a la sangría de un limón.

Si hay de esas que aman y no cesan en su fé de entregar su corazón

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